Hace tiempo os hablaba de los celos en este post, cuando llega un nuevo hermano. Y ahora yo me encuentro en la situación. No de como llevarlo, sino como preparar #albecario para la llegada de su hermanita. Sabiendo que seguramente lo que peor llevé no sea el que ella llegue a casa, sino el que yo no esté con él los primeros días.
Así que os voy a contar cómo lo hemos y estamos haciendo. Ya que, aunque yo no lo quiera por y para él, va a ser un gran cambio en nuestra dinámica familiar. Pasará de ser el único en casa y tener todo nuestro tiempo y atención, a tenerlo que compartir con una pequeñita, que no conocemos y que va a necesitar a sus papas todo el tiempo. Y además él ya empieza a preguntar y estar más inquieto, algo muy normal. Por eso es tan importante prepararlo y estar nosotros preparados.
¿Cuáles son las reacciones posibles ante la llegada de un hermanito?
Todo va a depender de la edad del niño, su nivel de comprensión y la relación con los padres.
Puede ser que su reacción vaya desde la total indiferencia hacia la noticia, hasta llamar la atención de los padres.
Puede ser que creamos que lo comprende todo y que se lo toma realmente bien, pero que cuando volvamos a casa con ella, reaccione y nos demuestre que la nueva situación no le gusta.
Puede ser que luego se sienta orgulloso de ser el hermano mayor, de ayudar en su cuidado y que se lo explique a todo el mundo.
Por todo ello, qué es necesario en el proceso: diálogo y disponibilidad. Ya que lo más importante no es su reacción, sino el hablar de ello, explicarle lo que va a suceder, cuándo, qué hará papá y mamá. En definitiva, anticiparle lo que va a suceder le va a ayudar a entender lo que está sucediendo.
Lo podemos hacer con el juego simbólico, mediante muñecos que hacen de bebés.
Pero también enseñándole fotos de él de pequeño para que entienda que eso que va a suceder, que participe en todos los preparativos de la casa, como puede ser montar la minicuna, preparar la ropa del bebé,…
En cuanto a cambios importantes, como puede ser, dejar el pañal, dejar el chupete, el biberón, el pecho, entrar en la guardería o el colegio, pasar de la cuna para ir a la cama,…, es mejor hacerlos antes de su llegada, para que no asocien a que con ella se acabó lo de antes.
En mi caso, el colegio empezó en septiembre, y ella llegará en febrero, así que…, por esa parte genial. En verano ya lo pasamos a su cama y dejamos la cuna para ella, con lo que una cosa menos. Y lo que más nos ha costado ha sido el biberón de la noche, cuando se despertaba a mitad de noche y pedía leche, él lo quería en biberón. También tengo que reconocer que era más cómodo para nosotros. Pero con los Reyes, se acabó el biberón. Y ahí estamos ya. Lo cual no significa que con su llegada, no vayan a haber retrocesos, pero bueno,…, lo llevaremos lo mejor que podamos.
Pero si no se pudieran adelantar los cambios porque no veis al niño preparado, es mejor esperar a que el bebé tenga unos pocos meses y así no lo asocie a la llegada del bebé.
¿Y cómo se lo decimos?
Si el niño es menor de dos años, no entiende lo mismo que uno de cinco, pero no por ello no debemos contarle las cosas de un modo natural. Lo único que tenemos que adaptarle es la longitud del mensaje. Le podemos decir que poco a poco la barriga de la mamá irá creciendo porque el bebé crecerá, hasta que se tenga que ir un día al hospital para que el médico lo saque. Es importante aquí decirle que estaremos un par de días en el hospital y con quien se quedará él.
Y que cuando llegue a casa, es normal que llore mucho, y que no va a poder jugar con él al principio, porque es muy pequeño y sólo va a comer y dormir. Pero si que nos puede ayudar a bañarle, prepararle la ropa, los pañales,…
Además de decírselo, también lo podéis trabajar con cuentos y juegos, fotos suyas de bebé,…
Nosotros hemos elegido el cuento de “Un amor de hermanita” de Astrid Desbordes. Después de ver muchas listas por internet, ojearlos en librerías y leer muchas reseñas, nos decantamos por este, que es un hermano mayor y está esperando la llegada de una hermana pequeña. Como nuestro caso. Ya que hay otros que esperan hermanos o los protagonistas son chicas. Y la verdad es que lo cuenta muy fácil, ellos lo entienden muy bien. Y lo que más me gusta es la última frase “lo que más me gusta de mi hermana pequeña es que yo seré su hermano mayor”.
Pero si es mayor, ya nos entiende más, por lo que es más fácil hablar en ciertos momentos.
Y cuando nace, ¿con qué adulto lo dejamos?
Este es un tema muy importante. Ya que no va a pasar tiempo con mamá, y puede que tampoco sea en su casa, y es normal que se sienta algo desplazado.
Por lo que es importante y recomendable, las semanas previas, fomentar el vínculo con los adultos que se vayan a quedar a su cuidado. Para que de este modo lo lleve un poco mejor.
Nosotros en concreto le hemos preguntado a él directamente con quien se quiere quedar cuando yo esté en el hospital. Y al primero que ha elegido ha sido a papá. Así que vamos a hacer todo lo posible para que sea él quien esté con él. Pero si la primera noche no pudiera ser, la otra opción es la tía.
Y se que va a llevar bastante mal el que mamá, de repente, no pase tanto tiempo con él, por mucho que se lo haya explicado. Que ojala me equivoque!!! Por eso intento que ya papá sea el que se encargue de ciertas tareas, como bañarle, darle la cena, dormirlo,…
Y el resto, cuando llegue #labecaria veremos como lo vamos llevando.
Aunque lo más importante es tener grabado a fuego lo que les digo a los otros papas: es un momento de adaptación para los cuatro, no sólo para le nuevo bebé, por lo que hay que tener por todas partes es muuuucha paciencia. Con el mayor porque es una situación nueva y tiene que aprender a compartir a sus padres, su tiempo y su espacio. Y para el pequeño porque tiene que aprender a vivir en un nuevo ambiente, con ruidos, luces,… a veces desagradables.
Pero, para llevarlo todo mejor, lo esencial es preparar al mayor para la llegada de su nuevo hermano. Hablarle con honestidad, contestarle a todas sus dudas, e implicarle en todo lo posible.
Nos encantaría leer como preparasteis vosotras la llegada del nuevo bebé.