CÓMO ENTRENAR EN HABILIDADES SOCIALES A LOS TDAH

Qué difícil es explicar qué son las habilidades sociales!!! y más aún el por qué son importantes!!!!

Para nosotros las habilidades sociales son todas aquellas estrategias que nos ayudan a relacionarnos adecuadamente con los demás, y son importantes porque vivimos en una sociedad y nos debemos relacionar con los diferentes miembros de la sociedad. Pero un niño con TDAH suele tener dificultades para relacionarse con otros, ya sean estos niños o adultos, por lo que se convierte en un problema, ya que somos seres sociales que necesitamos relacionarnos con otras personas para tener una buena autoestima y un adecuado bienestar emocional. Pero no todos somos igual de hábiles socialmente.

Normalmente los TDAH tienen, a pesar de esforzarse para ser aceptados socialmente, dificultades para relacionarse con sus iguales. Algo que se ha visto en varias investigaciones, donde se concluye que estos niños presentan un déficit en habilidades sociales cuando lo comparamos con su grupo de iguales.  Pardos, Fernández-Jaén y Fernández-Mayorales (2009) afirmaron que aproximadamente el 74% de los niños con diagnóstico de TDAH son rechazados por su grupo de iguales. 

¿Y por qué ocurre esto? Los niños con TDAH normalmente no son entendidos por el resto, los cuales no comprenden su manera de actuar, no saben que sus conductas son involuntarias y difíciles de controlar, por lo que genera mucho rechazo por sus compañeros de clase, amigos de sus padres, profesores,…, e incluso llegando a familiares, debido a su impulsividad, sus comportamientos inoportunos, reacciones exageradas, falta de control y de reflexión, conductas agresivas tanto verbales como físicas, falta de regulación emocional, no cumplimiento de las normas establecidas, falta de escucha, …

Por lo tanto es importante que desde casa, se trabaje, desde el principio, conductas prosociales y regulación emocional, ya que este rechazo puede generar en estos niños una baja autoestima (en otro post hablaremos de como trabajarla), sentimiento de ineficacia personal, no aceptación en el grupo de iguales, aislamiento social, dificultad para resolver conflictos y hacer nuevos amigos, así como para mantenerlos en el tiempo,… Así como también es importante una intervención temprana, para dotar la niño de estrategias y pautas concretas para desenvolverse con éxito en todos los ámbitos de su vida y desarrollar relaciones sociales positivas en su entorno, ya que estas habilidades se pueden aprender, como cualquier conducta, pero…

¿Cómo se aprenden? Las habilidades sociales se aprenden interactuando con otros, fundamentalmente en los primeros años, los cuales son importantísimos para el aprendizaje de estas habilidades. Y hay diversos métodos para aprenderlas:

  • Experiencia directa:  estamos rodeados de personas y desde una edad muy temprana empezamos a ensayar las conductas sociales, experiencias por las cuales los niños van interpretando e incorporando esas interpretaciones a su forma de pensar y actuar.
  • Imitación: aprenden de las personas que son importantes para ellos, imitando todo lo que observen, por lo que también dependerá de ellos la manera que tenga de interpretar las situaciones y de sentirse en determinados momentos. Los padres son un ejemplo muy importante de comportamiento para el niño, ya que si estos se comportan correctamente, controlando su temperamento, escuchando con tranquilidad, pidiendo las cosas por favor, si le hablan con amabilidad y cariño,…, le están enseñando un modelo positivo de relación con los demás.
  • Refuerzos: los refuerzos sociales de sus conductas van a hacer que los niños y niñas desarrollen unas determinadas conductas u otras.

¿Y cómo les podemos ayudar? La mejor manera es ayudarles a analizar y reflexionar sobre la situación vivida, sin darle la solución, pero si empezando a entrenarles en ella, dándole alternativas adecuadas a sus conductas inadecuadas, siendo modelos para ellos, mediante la resolución de problemas, dinámicas de grupo o debates. Manteniendo conversaciones, ya que de este modo les estamos enseñando a escuchar y hablar, creando un momento agradable en casa y reforzando determinadas conductas, como mirar a la otra persona, respetar el turno de palabra, dar señales de que escuchas a la otra persona, asintiendo con la cabeza por ejemplo, hablar de algo relacionado con lo que la otra persona dice, o avisar si cambiamos de tema, etc.

También debemos evitar etiquetarle negativamente, dándole opción a que se explique cuando este en medio de algún accidente, buscando sus puntos fuertes en el grupo, observando, por lo tanto, como se comporta con otros niños y explicarle tanto lo que hace bien, como lo que hace mal, haciendo que si ha cometido algún fallo, primero se disculpe y luego le expliquemos el fallo y pensemos, junto con él, en una conducta alternativa para la próxima vez, reforzando entonces el esfuerzo de cambio, y no siempre centrándonos en lo que hace mal, en los aspectos negativos, ya que de toda la tarde, algo bien habrá hecho.

Hay que enseñarle a hacer y aceptar cumplidos, utilizando más a menudo el  muy bien hecho cariño, gracias,…, y a pedir las cosas utilizando el por favor, y nosotros somos los primeros que debemos hacerlo para podérselo pedir a ellos.

Para practicar estas conductas prosociales es conveniente apuntarle a actividades sociales que estén estructuradas, donde pueda participar del grupo, pero que esté ya tenga las normas establecidas, donde él sólo tenga que asumir sus responsabilidades y compartir las experiencias, por ejemplo en el fútbol, baloncesto, balonmano, waterpolo,…, de ganar o perder todos en equipo, donde hay que respetar al compañero al rival, y donde se debe proclamar el juego limpio. Para ello también sirven las artes marciales, las cuales además enseñan autocontrol, aunque no sea un deporte de equipo. Otros grupos donde se les puede apuntar son scouts, grupos de teatro y baile,… En verano en los campamentos especializados,…

Cuando lo inviten a una fiesta de cumpleaños o evento donde haya mucha gente y sea fácil que el niño se vaya a descontrolar, es bueno que se lo anticipemos, explicándole todas las situaciones que se pueden dar y buscando conductas alternativas por si surgen las situaciones conflictivas que acabamos de hablar con él.

En Ensenya´m trabajamos estas habilidades en grupo con todos los niños, no sólo los que tienen TDAH o alguna dificultad, sino que también con los que no las tienen. Por lo que si tu hijo tiene alguna dificultad para relacionarse con los demás o te gustaría que aprendiera conductas sociales más adecuadas, no dudes en ponerte en contacto con nosotros.

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