El coronavirus ha venido para quedarse, y poco a poco nos vamos haciendo a la idea. Aquel 13 de marzo, cuando Pedro Sánchez salió en la televisión para decirnos que teníamos que estar 15 días confinados, no pensamos que se alargaría el confinamiento hasta mayo. Y mucho menos que las fiestas navideñas también estaría presente el coronavirus. Pero es que este bichito ha venido para quedarse una temporada alarga, así que lo mejor que podemos hacer es lo que estamos haciendo, aceptarlo y aprender a vivir con él. Y si en algún momento dudamos, lo mejor, es mirar a los niños y ver lo bien que lo llevan ellos. O casi todos. Porque a ellos también les afecta, y les a afectado.
Desde el primer momento les tocó quedarse en casa con sus padres, sin volver a ir al colegio ni a ver a sus amigos, ni abuelos. Ahora ya han vuelto al colegio pero no pueden compartir materiales con sus amigos ni juegos con los otros niños de otras clases. Además de ir con mascarilla todo el día.
Y ahora en Navidad…¿cómo les afectara? Ya que van a ser unas fiestas diferentes, pero las tenemos que hacer lo más entrañables posibles, a pesar de que, en muchas mesas, faltará alguien. Pero vamos a intentar que no pierdan la magia.
Este año no nos vamos a poder juntar con toda la familia. Hay comunidades que serán 6, otras 10,…,(ni para esto hay consenso), pero no seremos todos los que estuvimos el año pasado.
Las cabalgatas de Reyes tampoco serán como la conocemos. Están proponiendo cabalgatas estáticas. Puede ser una buena opción, si controlan el aforo.
Y ¿qué podemos hacer? Anticiparse a los cambios. Como ya sabemos que van a ser diferentes, lo ideal sería contárselo a ellos también. Como no vamos a poder tener contacto con toda la gente a la que queremos, podemos mandarles postales de felicitación, hacerles una videollamada antes de la cena de Nochebuena o comida de Navidad,…, para tenerlos presentes en esos momentos. Así como cenar/comer con ellos, en las dos/tres casas a la vez, pero por videollamada.
Les debemos de tranquilizar diciéndoles que Papa Noel y los Reyes Magos igual van a llegar a las casas, a pesar de la pandemia. Pero por ejemplo, para que no esperen su visita anticipada a los centros comerciales, les podemos decir, que para protegernos y protegerse, este año, directamente, irán a las casas a repartir los regalos, y así no ponen en riesgo a nadie.
Y para eso vamos a seguir montando el árbol, el Belén, decorando la puerta,…, y haciendo todas las tradiciones que antes hacíamos, aunque este año algunas sean con restricciones. Porque ellos tienen vacaciones y es bueno que les organicemos un poco esos días, sepamos que agenda cultural tiene nuestra ciudad. Para saber las actividades de Castellón os recomiendo que visitéis la página de http://www.castellonkids.com
Pero… ¿cómo les puede afectar? ¿Lo aceptaran? Los niños pequeños, de hasta 8-9 años, lo aceptaran sin problemas, ya que ellos viven el día a día. Pero los más mayores y adolescentes, si lo acusaran, ya que tienen más necesidad de contacto social, y el no tenerlo, o no tenerlo como les gustaría, puede causarles frustración. Por lo que es importante hablar con ellos y normalizar la situación, que expresen sus emociones. Les podemos confesar que nosotros nos sentimos igual que ellos.
Pero, a pesar de todo, también de estas navidades vamos a aprender:
- darle más importancia de estar con la gente que queremos y no tanto a los regalos.
- el cuidar a los demás. Ver a los abuelos con las mascarillas y en lugares abiertos.
- que no hace falta cabalgatas para ver la ilusión en los ojos de los niños.
- el ir más a la naturaleza, al aire libre.
Y si ¿tenemos algún sitio vacío en la mesa? A pesar de podernos reunir con mayor o menor número de personas este año, en muchas mesas habrán sitios vacíos, debidos o no a la pandemia. En esas casas serán unas fiestas muy tistes. Y nosotros como adultos, debemos de ayudar a los niños a llevar el duelo en estas fiestas tan señaladas. No debemos hacer como si no hubiera pasado nada, ya que así les estamos enseñando a los niños a ocultar sus emociones. Al contrario. Hay que explicarles que es normal sentir tristeza, y llorar en ciertos momentos, como nos pasa a nosotros. Les podemos enseñar que cosas nos hacen sentir mejor cuando estamos tristes. Y enseñarles que la tristeza no es un sentimiento malo, sino que tiene su función, y lo que tenemos que aprender es a vivir con ella.
Con la llegada del 2021, todos esperamos que vengan buenas noticias. Que se acabe este año horrible, que ha sido muy complicado para todos. Para ello, para volver a tener esperanza e ilusión, podemos hacer una lista de cosas que no nos han gustado, que podemos romper, quemar o guardar, y otra con cosas que queremos hacer este año nuevo, y ponerla en un sitio visible, o guardarla en la cartera, para ir tachándola conforme lo consigamos, en estos 365 nuevos días del año que vamos a vivir.
Y recordarnos estos días de vivir la Navidad como un regalo y no como un castigo.