Cuando llega septiembre para algunos niños empieza una nueva etapa, ya sea en la guardería o en el colegio a los 3 años.
Son sensaciones y sentimientos diferentes y muchas veces encontrados en los padres, ya que si que queremos que vayan a clase para poder nosotros tener un respiro, un poco de tiempo para nosotros después de tantas horas juntos este verano, pero también no queremos que este tiempo acabe, estos días largos disfrutando de ellos y viéndolos crecer. Así que es normal que te sientas así los primeros días, sobretodo si los ves que se quedan llorando. Y es entonces cuando te planteas si lo has hecho bien, si has elegido bien, si vas y te lo llevas ya. Es muy normal los primeros días, junto con ese sentimiento de culpa, el miedo y los nervios, las lágrimas adultas. Esto es un error porque le transmitimos esta actitud negativa a los niños, que son grandes observadores. La actitud debe ser segura y positiva, endulzando el momento.
Los niños también tienen diferentes sentimientos, sobretodo los mayores, porque están muy agusto con sus papas, también les gusta estar con otros niños y jugar con ellos. Lo que llevan más es la separación de sus padres, aunque a algunos les dura sólo unos minutos, cuando entran en clase y ven a sus amigos y juguetes ya se les ha pasado. A otros les dura un poco más.
Todo depende de la edad y el carácter del pequeño.
Si tiene menos de diez meses, aceptará rápidamente que esa es su nueva vida, porque no es muy consciente de lo que ocurre, pero a partir de esta edad, el niño evoluciona muy rápidamente, ya reconoce a sus padres y cuando los ve que se van o se gira y ya no están, llora porque cree que no van a volver, se siente abandonado. Esta creencia, dicen los expertos, que dura hasta los 18 meses, momento en el cual ya es capaz de entender que sus papas se van pero vuelven. A esto se le llama miedo a la separación, frecuente hasta los seis años y más agudo entre los dos y los tres; es innato, biológico y forma parte del proceso evolutivo.
Por lo tanto, ¿qué podemos hacer para que los primeros días vayan bien?
Los expertos dicen que cuantos más factores desconocidos y más cambios introduzcamos, peor, por lo que:
-es conveniente establecer en casa una rutina de horarios, sobretodo si acabamos de volver de vacaciones;
-además de realizar pequeñas separaciones, como quedarse con los abuelos u otra persona de confianza;
-además por supuesto de que vaya a ver el centro educativo, conocer a la seño, jugar un ratito con ella,…;
-y hablarle en positivo “te lo vas a pasar muy bien, vas a jugar un montón y vas a hacer muchos amigos”.
Para evitar prisas ese día es mejor dejarlo todo preparado la noche de antes, y levantarse, vestirse, desayunar e ir a la guardería con calma.
Yo añadiría que los primeros días nos levantáramos con algo de tiempo y les dedicáramos una momento especial en la cama con ellos, como guerra de beso o cosquillas, para empezar bien el día y que tengan ese recuerdo bonito.
Una vez ya en la guardería, lo mejor es una despedida rápida, que sepa que os vais, para que no se asuste de no veros, que no se sienta abandonado, dadle un beso y un abrazo con una sonrisa y decidle que se lo pase bien, y aunque llore dejadlo. No se os ocurra quedaros a consolarlo o volver a los cinco minutos para ver si se le ha pasado.
Los primeros días lo normal es ir a recogerlos tras unas horas, con otra gran sonrisa y muchos mimos. Es importante esas tardes pasar mucho tiempo con ellos.
Lo normal es que los lloros se repitan, e intensifiquen, e incluso los lunes cuando el viernes había estado muy bien. También es normal que lo veamos algo nervioso y desobediente, o se nieguen a ir a la guarde, así como volver a conductas que ya tenían superadas como el chupete, tener pesadillas,…
Debemos ser comprensivos y no preocuparnos, la mejor actitud es de normalidad, pasando el máximo tiempo posible con ellos y trasmitirles seguridad.
Si tu hijo ya es más mayor y va a comenzar el COLEGIO, se trata de un acontecimiento muy importante para su corta edad, haya ido o no a la guardería, puede aparecer el miedo a la separación y el miedo a lo desconocido, ya que se encuentra con todo nuevo, centro escolar, amigos, profesores, rutinas,…Todo cambia y por eso les debemos transmitir la idea de que los cambios no tienen por qué ser malos, que hay cambios a su alrededor todos los días, las estaciones, ellos mismos, que cada día son un poco más altos y más fuertes, su pelo crece, ya no usan pañal, …
Los primeros días de colegio son también difíciles de afrontar para padres e hijos, al igual que en la guardería se pueden ver lágrimas adultas, y un sentimiento de malestar al separarse, pero la actitud es lo más importante, ya que todos los cambios cuestan, pero hay que intentar normalizar la situación, haciéndosela ver de manera positiva, como algo nuevo que acaba de empezar, como un montón de aventuras que les quedan por vivir en el colegio, con los nuevos amigos que acaba de descubrir, y también es importante el transmitirle la idea de que son mayores, que van al cole de mayores, lo cual les dará más seguridad y confianza en sí mismos.
La despedida debe ser rápida y tranquila, transmitiendo mucho cariño y dándoles la seguridad de que en un breve tiempo los papas volverán.
Y con el colegio llega la rutina y los horarios de comedor, actividades extraescolares,…, por lo que la mejor manera de que se adapten es hacerlo poco a poco, pudiendo también aprovechar las jornadas de puertas abiertas de los colegios para que ellos vean donde van, se familiaricen con el lugar, y así sea menos traumático que si llegan a un lugar desconocido.
Para que estos primeros días no sean tan traumáticos para los niños, podemos empezar a trabajar antes, ya que el cole no empieza cuando los dejamos en la puerta, sino:
-en casa con la rutina, algo que podemos aprovechar para prepararlos, marcando unos horarios unas semanas antes.
-estar tranquilos ante él, ya que así les transmitiréis más seguridad, que estad seguros que la necesita.
–implicarlos en los preparativos como elegir la mochila, ir a por sus libros y material escolar, zapatos para el cole,…
–explicarle como va a ser todo, qué es lo que van a hacer, quien va a estar en clase,…
–prepárate para la despedida, ya que como antes te he mencionado, debe ser un momento tranquilo, calmado, no vale irse rápido ni quedarte consolándolo.
-según el cole, los primero días igual le dejan llevar un objeto de consuelo, como un juguete, lo cual le servirá para tranquilizarse y darle confianza.
–no le engañes, no le digas que vuelves enseguida, porque esperara que en un ratito vuelvas y puede ser que se ponga a llorar otra vez cuando vea que no vuelves.
–se tolerante, puede ser que los primeros días haya alguna regresión, esté más rebelde,…, pero eso entra dentro de lo normal y del período de adaptación.
–no le agobies, no le preguntes mucho al final del primer día, cuando él esté agusto nos contara.
-que te ayude los primero días a preparar la mochila para el cole, y puedes poner esta actividad como diaria antes de iros a la cama, así también ellos adquieren una responsabilidad más.
Cuanto más conozcan el ambiente y a las personas con quienes les dejas, más fácil se adaptaran a los centros.